domingo, 12 de septiembre de 2010

Alusión a un final.

La explicación de por qué me aventuré a algo que, de antemano sabia, estaba destinado al fracaso...no es concluyente.

No soy persona de corazón voluble, reservo mi sentimientos, mis afectos y mi tiempo a personas que considero validas de tal entrega. Con esto no quiero decir que mi cariño es condicionado o interesado, si no, todo lo contrario.

Lo eh dicho mil veces y lo diré siempre: amo a mis amigos. Es en cuestiones de amores o idilios, en los que siempre salgo perdiendo. Muy apesar de mi capacidad perceptiva, ya que esta no sirve nada contra mi yo ideal, utópico; ese yo gobernado por "el corazón", lleno ideas románticas de que "el amor todo lo puede"...já. Sí, me burlo de mi misma, por tener esa habilidad nula de tomar decisiones racionales en cuestiones en las que los sentimientos juegan un papel importante.

Así pues, lo que sucedió, ya lo habia previsto. Y lo que no, también...aúnque, nada me asegura que sea cierto o que de hecho, esa sea la razón de encontrarme una vez en este limbo de apatía, con este vacio en pecho que me quita el aire. Esta angustia desmedida y la desesperante idea de sentirme usada, traicionada...no es nada nuevo, pero lá experiencia no quita el sentir.

A fin de cuentas, no se puede controlar la naturaleza de otras personas, ya que la mayoria de estas, se dejan llevar más por los instintos de la piel que la de lo que podria, según yo, ser amor. Y ...¿Quién soy yo para decirlo?, nadie.

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